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Revoluciones Latinoamérica es un blog informativo y de análisis sobre el acontecer diario en América Latina, administrado por Mónica Solís y creado por Samuel R. García en agosto del 2009. Aquí encontrarás la información puntual y objetiva sobre lo que sucede en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Zelaya dice que no abandonará la lucha hasta que vuelva al poder

Publicado por Unknown sábado, 5 de septiembre de 2009 0 comentarios

TeleSUR

El presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya, manifestó este viernes en Guatemala que no abandonará la lucha por lograr su restitución en el poder y destacó que el régimen de facto de Roberto Micheletti ha fracasado nuevemente en su intento por obtener reconocimiento internacional.

Zelaya indicó que ha tenido paciencia y tolerancia con el fin de procurar un arreglo a través del "Acuerdo de San José", propuesto por el presidente costarricense , Oscar Arias, y aseguró que "como decimos en Honduras, por las buenas o por las buenas, voy a regresar".

En declaraciones a la prensa junto al primer mandatario guatemalteco, Álvaro Colom, el presidente hondureño derrocado el pasado 28 de junio señaló que el gobierno de facto Michelleti está aislado, ya que "se retiraron todos los embajadores y se pararon los trámites de operaciones del régimen golpista en muchos países".

Zelaya lamentó el incremento de represión contra el pueblo hondureño por parte del régimen golpista como respuesta a la insistente resistencia que después de más de dos meses se mantiene en la calles.

El derrocado presidente llegó este viernes a Guatemala procedente de Washington, donde habló el jueves con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y tras la reunión con Colom viajará a Nicaragua para preparar un posible retorno a su nación.

En coincidencia con su visita a Washington, Estados Unidos cortó toda la ayuda económica al régimen de Honduras como consecuencia del golpe de Estado del 28 de junio.

Zelaya recordó que ha tratado infructuosamente de volver a Honduras pero manifestó que se lo han impedido los militares. Señaló que no lo ha vuelto a intentar "para darle campo al derecho y a la paz".

El mandatario intentó, infructuosamente, por primera vez un regreso a su país el pasado 5 de julio, en medio de un tenso ambiente vivido en Tegucigalpa, donde al menos dos personas murieron en las manifestaciones para respaldar al gobernante.

Ese día, Zelaya sobrevoló el cielo hondureño acompañando de una delegación internacional encabezada por el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto.

Sin embargo, el aterrizaje de la nave en la que viajaba se vio frustrado por los camiones y vehículos del Ejército que fueron puestos en medio de la pista del aeropuerto de Tocontín como obstáculos, para evitar cualquier maniobra.

En un segundo intento de recuperar el cargo del que fue removido, Zelaya caminó el 24 de julio a través de la línea fronteriza hasta ingresar a su país; pero se vio forzado a retroceder debido a la presión ejercida por militares que custodiaban la frontera pues no quería provocarlos a que le dispararan y agravar el problema político en el país centroamericano.

Desde Guatemala, el mandatario hondureño subrayó que seguirá luchando por el restablecimiento del orden constitucional en Honduras y que jamás va a aceptar su destitución y destierro; al tiempo que agradeció la solidaridad de Colom, quien reiteró que Guatemala sólo le reconoce a él como presidente de Honduras.

"Mi gobierno no acepta el golpe militar; el presidente (Manuel Zelaya) debe regresar antes de las elecciones, pues de lo contrario el proceso eleccionario estaría deslegitimizado", manifestó Colom.

La comunidad internacional ha advertido que no reconocerá las elecciones convocadas para el 29 de noviembre si son llevadas a cabo por el régimen de facto.

Zelaya destacó que "todos los países de América Latina y Europa están unidos en evitar que alguien que dio un golpe se legitime, porque sería un mal precedente para las democracias, aunque un buen negocio para los golpistas salir impunes".

Golpistas en emergencia

A raíz de la suspensión de ayuda económica de Estados Unidos, el gobierno de facto y los empresarios hondureños estructurarán un plan de emergencia para afrontar la crisis que se avecina por la medida estadounidense.

"Tenemos que ser cautelosos y estructurar un plan de emergencia que permita crear empleos en forma masiva, aunque sea en forma temporal", anunció en declaraciones a la prensa el empresario y ex ministro de Industria y Comercio, Norman García.

Estados Unidos suspendió el pasado jueves su ayuda económica a Honduras, dirigida hacia el gobierno de facto de Roberto Micheletti, por negarse a restaurar al presidente Zelaya

Desde el golpe, Honduras ha sido aislada por la comunidad internacional, pero sus autoridades fácticas la han desafiado, a pesar de su alta dependencia de la asistencia externa, que financia un tercio del presupusto anual de gastos.

La ministra de Finanzas del gobierno golpista, Gabriela Núñez, estimó que con la decisión de Washington, Honduras dejará de recibir unos 200 millones de dólares, parte de ellos correspondientes a los 215 millones de la Cuenta del Milenio.

Por otro lado, Estados Unidos consideró que las elecciones previstas para noviembre deben ser organizadas de manera libre, justa y transparente para permitir a todos los hondureños ejercer sus derechos.

El gobierno de Micheletti rechaza el punto central del Acuerdo de San José, la reinstalación de Zelaya, y anhela que toda la presión internacional, incluyendo la expulsión de la OEA, finalice después de las elecciones, aunque desafió sin dudar la decisión de Estados Unidos.

teleSUR-AFP/ve-PR

Eva Golinger / Venezolana de Televisión

Eva Golinger (EG): Bienvenido a Venezuela, Sr. Noam Chomsky. Estamos muy emocionados por su visita, especialmente durante un momento histórico en el que están ocurriendo muchos cambios en América Latina, potenciales cambios en la relación de EE.UU. con naciones latinoamericanas, y actualmente existen importantes tensiones y conflictos que causan gran preocupación a los latinoamericanos.

En este contexto, y con el recrudecimiento de las agresiones en los últimos meses, con el golpe de Estado en Honduras, el aumento de la presencia militar en Colombia, con la ocupación de más de siete bases militares, además de un control territorial a nivel militar en Colombia, tenemos también la reactivación de la cuarta flota de la armada que ocurrió el año pasado pero está siendo usada ahora en este contexto. También el tono del discurso hacia Venezuela se ha hecho más fuerte, con acusaciones que ya se hacían y ahora continúan ahora más formales, acusando a Venezuela de permitir el narcotráfico, terrorismo, y ha habido un aumento del presupuesto militar del Pentágono, para el Comando Sur en esta región.

La pregunta es, ¿es este algún tipo de fenómeno? Ahora con un presidente supuestamente progresista en la Casa Blanca vemos más ataques contra movimientos progresistas en América Latina.

Noam Chomsky (NC): Y en el resto del mundo. Pero lo que ocurre en América Latina ha ocurrido por más tiempo. EE.UU. por mucho tiempo dio por sentado que podía controlar a América Latina, y de hecho este fue un principio básico de su política exterior desde sus orígenes como república, como una aspiración, que lograron concretar en el siglo XX. El Consejo de Seguridad Nacional, la mayor entidad de planificación, dice que si no podemos controlar América Latina, ¿cómo podemos el resto del mundo?

Henry Kissinger, cuando el golpe de Pinochet, dijo “tenemos que deshacernos de Allende o no tendremos credibilidad en el resto del mundo”.. Esa es la clave para controlar el mundo, y por supuesto gran parte de la economía estadounidense estaba basada en inversiones, que eran una especie de saqueo, desde el siglo XIX. Todo esto ocurrió por mucho tiempo y de distintas maneras, intervención militar, golpes de Estado, agresiones, durante el gobierno de Kennedy, con agresión de Estado, el ejército instaurando Estados de seguridad al estilo neonazi. Luego llegó el período neoliberal, el control de los países por medios económicos, pero a finales de los noventa ya no era tan frecuente, Venezuela es un ejemplo, pero ocurría en muchos otros países. Lentamente los países latinoamericanos empezaron a escapar del largo período, desde la época de los conquistadores españoles y portugueses, de una u otra forma de colonización.

Empezaron a librarse del FMI, pagar y reestructurar sus deudas, enfocarse en los problemas internos, y EE.UU. empezaba a perder control, y tenía que haber una respuesta, que se ha desplegado desde finales de los noventa, y que tiene dos frentes, uno militar, y el otro que denominan promoción de la democracia, que es un eufemismo de sometimiento. Uno es militar y el otro es el sometimiento, y Obama sencillamente les está dando continuidad. No está haciendo nada nuevo. Parece diferente a Bush, pero la razón es, si vemos la opinión pública, voceros del gobierno, ellos critican a Bush por no haber prestado atención a América Latina, y que la región sufrió por esto. De hecho es lo mejor que le ha pasado a América Latina, que EE.UU. dirija su atención a otras regiones. Pero Obama quiere remediar esa situación desde una perspectiva progresista liberal, prestando más atención a América Latina, lo que implica un retorno a políticas más tradicionales, la militarización y el sometimiento. Lo que tú mencionas es un ejemplo, pero viene de antes, de hace muchos años, por ejemplo el entrenamiento de militares latinoamericanos por los últimos diez o quince años ha aumentado en gran medida, quizá 50% más de lo que era en los años noventa. Y ahora la posición militar de EE.UU. en América Latina es relativamente mayor que durante la Guerra Fría. Por primera vez, hay más oficiales de entrenamiento militar que asesores económicos. La estrategia ha cambiado hacia un esfuerzo por reconstruir una estructura de intervención potencial, y también para la llamada promoción de la democracia.

EG: Que hemos experimentado en gran medida aquí en Venezuela a través de la USAID, la National Endowment for Democracy con financiamiento a grupos opositores y ahora con participación en una campaña de contrainsurgencia al interior de las fuerzas revolucionarias que apoyan al gobierno, que intentan neutralizar.

NC: Pero estas son políticas de larga data. EE.UU. de hecho inició una nueva fase del imperialismo hace un siglo, al convertirse en una potencia mundial, ya había sido una potencia regional, pero con la conquista de Filipinas, ese fue el momento crucial, por los años 1900, mató a cientos de miles de personas, estableció un control militar parcial, pero tenían que gobernar el país. ¿Cómo gobernar el país? Bueno, desarrollaron una nueva forma de colonialismo, con un Estado de vigilancia muy complejo, usando la última tecnología de la época para socavar movimientos políticos, para desintegrarlos, promover el faccionalismo. Crearon una fuerza militar-policial paralela que podía usar la fuerza cuando fuese necesario. Era muy minucioso y complejo, y de hecho ha regresado a los países de origen, los Estados de vigilancia el Occidente: EE.UU., Inglaterra, desde la Primera Guerra Mundial, basados en el modelo filipino. Y sigue hasta hoy. Filipinas es el único país en el este asiático que no ha participado en el rápido crecimiento económico de las últimas décadas, y aún tiene una fuerza militar terrorista, violaciones a derechos humanos, etc.

Las técnicas son: primero, una fuerza militar internamente, si es necesaria, y segundo la colaboración de los líderes del Estado, por eso es que quieren infiltrar los movimientos revolucionarios, incitar la separación, socavar el poder de otros grupos y obtener beneficios de sus contactos con el poder imperial. Los británicos y los franceses hicieron cosas parecidas, pero esta vez se hizo con gran detalle, algo nuevo en la historia del imperialismo, y por supuesto se extendió a América Latina. Por eso es que después de cada intervención, por ejemplo Haití, República Dominicana, Nicaragua, donde sea, dejan el país en manos de la Guardia Nacional y en colaboración con líderes del Estado. Y la Guardia Nacional es una fuerza de terrorismo de Estado. La Guardia Nacional haitiana nunca luchó contra otro país. Su ejército lucha contra la población, lo mismo con Somoza.

Esa capacidad se perdió en parte en los años noventa y ahora se reconstruye de otra manera. Pero es una tradición antigua. De hecho data de mucho antes. Vale recordar que EE.UU. es el único país del mundo que fue fundado como un imperio. George Washington lo describió como un imperio infante y por supuesto tuvieron que conquistar el territorio nacional, eso es imperialismo, no cruzaron mares, pero aparte de eso, es imperialismo estándar. Prácticamente exterminaron a la población, se robaron la mitad del territorio de México y en 1898 empezaron a expandirse a otras regiones, pero el proceso es el mismo. Y es importante saber que lo hacen con toda franqueza y con una creencia en el carácter divino de su misión. Es un país religioso y siempre ha actuado para cumplir la misión de la Divina Providencia. George Bush hablaba en esos términos. Obama no necesita usar las mismas palabras. Es sofisticado.. El mejor ejemplo, como todos saben, es la primera colonia en EE.UU.: Massachussets. Su carta fundacional es de 1629, establecieron su escudo en el que aparecía un indio apuntando su lanza hacia abajo y un pergamino saliendo de su boca, que decía “venid a ayudarnos”, así que los colonos que iban allá a quitarles sus tierras y exterminarlos estaban convencidos de que estaban respondiendo a ese llamado de auxilio, y esa actitud sigue en la actualidad.. Cada agresión, intento de sometimiento tiene la misma inspiración. Otros países imperialistas como Francia tienen actitudes similares pero está mucho más arraigada en la cultura y creencia estadounidenses. Hay un importante trasfondo religioso, todo se justifica. Lo más que puede pasar es que se cometan errores.

EG: Eso es también como una guerra psicológica, una manipulación de la realidad, para dar esa impresión.

NC : Es importante entender que es aceptado internamente. Por ejemplo, no se puede hacer un comentario crítico sobre cualquier acción de EE.UU. Obama, por ejemplo, es muy elogiado por ser uno de los principales críticos de la guerra en Irak. ¿Cuál fue su crítica? Dijo que era un error garrafal estratégico. Asumió la misma posición que asumió el estado mayor alemán después de Stalingrado. O la posición de los rusos sobre Afganistán a principios de los ochenta. Y no lo llamamos crítica cuando es de nuestros enemigos, lo llamamos servilismo al poder. Pero en nuestro caso, los liberales, progresistas lo llaman oposición principal. Y se puede ir más allá y estar aún dentro del marco doctrinal básico, y viene de esa autopercepción de nobleza, de la misión divina de civilizar el mundo, elevarlo a un mayor nivel, entonces el sometimiento y la militarización son considerados primordiales, y de hecho en el caso de América Latina la izquierda condena a Bush por no enfocarse en América Latina, por no cumplir con la misión civilizadora. No es sorpresa entonces las acciones de Obama.

EG: Y es un proceso cuyo ritmo está aumentando rápidamente.

NC: En parte por estas razones y en parte porque los problemas son más apremiantes. La llamada “marea rosa” es considerada un verdadero peligro. De hecho el gobierno de EE.UU. está apoyando gobiernos que hace cuarenta años habría derrocado. El gobierno de Brasil, por ejemplo. Las políticas de Lula no son tan diferentes de las políticas de Goulart a principios de los sesenta, cuando el gobierno de Kennedy inició un golpe militar e instaló el primer Estado de seguridad nacional estilo neonazi, y ahora es un país amigo, porque todo el espectro se ha desplazado tanto que ahora EE.UU. debe apoyar al tipo de gobierno que antes habría derrocado y por supuesto tratar de someter a los otros.

EG: Hablemos de eso específicamente, porque está el tema del aumento de presencia militar estadounidense en Colombia, que ha causado tensión en la región. El gobierno de Colombia y el gobierno de EE.UU., Obama, sostienen que esto es un asunto bilateral, que esto no es una ocupación o el establecimiento de nuevas bases militares; es un acuerdo de cooperación en seguridad. Pero algunos de los detalles que sabemos, aparte de las tres bases que EE.UU. ya ha ocupado bajo el Plan Colombia, y más de una docena de estaciones de radar, es que definitivamente tendrán acceso a siete bases, una de las cuales, en Palanquero, les dará acceso aéreo a todo el hemisferio, que no tenían anteriormente, con gigantescos aviones militares de carga tipo C17, y más allá de eso, está el tema de lo que EE.UU. llama defensa interna en un país extranjero, con la que entrenan fuerzas armadas colombianas, equipos comando especiales, fuerzas especiales, la Policía Nacional colombiana, los entrenan, los comandan y los controlan, y ahora existe la posibilidad de una reubicación de la Escuela de las Américas, ahora llamada WHINSEC, en Colombia, para empezar el entrenamiento en otros países de la región. El próximo viernes 28 habrá una reunión de presidentes de Unasur en Argentina para tratar este tema, que muchos dicen que es una amenaza para la estabilidad regional. Pero hay naciones que mantienen la posición de que hay que respetar la soberanía colombiana. Con gobiernos apoyados por Washington como Brasil, y con el golpe en Honduras que ha sido visto como un ataque contra los países del ALBA, ¿es esta ocupación o ampliación de presencia militar en Colombia un intento de dividir e impedir un mayor progreso de la integración latinoamericana, primero mediante la promoción de estos conflictos entre naciones, aparte del conflicto entre Colombia como gobierno de derecha y Venezuela como gobierno de izquierda, con países como Brasil o Chile, que pueden asumir una posición más ambigua u neutral en cuanto al respeto de la soberanía colombiana, que se oponen a la expansión militar estadounidense pero sin llegar a condenarla.
NC: Hablar de soberanía colombiana es un chiste. El Plan Colombia, creado por Clinton, es una intervención agresiva en los asuntos internos de Colombia, que ha tenido consecuencias. Hay un pretexto, y el pretexto es la guerra contra el narcotráfico, pero es solo un pretexto y no se puede tomar en serio. Y el establecimiento de las bases militares en Colombia es una reacción al hecho de que EE.UU. ha perdido su posición militar en otros países. Ecuador desactivó la base en Manta, que le daba a EE.UU. gran capacidad de vigilancia aérea en la región. Paraguay era una especie de base militar estadounidense, y eso ya se acabó. Tenían que reconstruirla en otra parte y Colombia es el único país donde podían hacerlo. El golpe en Honduras es parte de otro proceso. Centroamérica había sido tan devastada por las guerras contra el terrorismo de Reagan que no era parte de la tendencia de la llamada marea rosa, hacia la integración latinoamericana. Honduras estaba en el camino de la integración, y bueno ahora ya no, ellos creen, y en realidad se ha expandido en Centroamérica. Nicaragua es otro caso. Todo esto me parece que es un intento de recuperar la posición tradicional incluso antes, hace 10 ó 15 años el entrenamiento de oficiales ha aumentado rápidamente, y ha cambiado, ahora el entrenamiento es en tácticas de infantería. La idea es crear fuerzas paramilitares, no están entrenando policías de tránsito. El control de la “ayuda” oficial ha cambiado del Departamento de Estado, ahora está en manos del Pentágono, que es un cambio relevante. Cuando estaba bajo el Departamento de Estado tenía al menos en teoría supervisión del Congreso, que quiere decir que había condiciones que había que cumplir sobre derechos humanos por ejemplo, que no se implementaban mucho, pero eran una limitación a posibles abusos, pero bajo el control del Pentágono, no hay reglas, todo es válido.

TeleSUR

En más de 50 países de Latinoamérica y Europa hubo concentraciones este viernes en apoyo al presidente venezolano, Hugo Chávez y en contra de la instalación de bases militares estadounidenses en Colombia y su injerencia en América Latina. Las manifestaciones tuvieron lugar frente a las embajadas venezolanas. Las protestas en contra del líder suramericano no cumplieron con las expectativas de sus organizadores.

En Venezuela, trabajadores, campesinos, estudiantes e indígenas tomaron este viernes la Plaza Bolívar de Caracas (centro) en apoyo a la Revolución Bolivariana, liderada por el presidente Hugo Chávez desde 1999, y rechazaron las pretensiones hegemónicas de EEUU.

"Es muy significativo que estemos masivamente concentrados en la Plaza Bolívar y al mismo tiempo ver que el presidente Hugo Chávez es recibido masivamente en Siria", afirmó Darío Vivas, director Nacional de Movilización y Eventos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Explicó que las actividades político-culturales constituyen la respuesta a la campaña promovida desde el exterior para desestabilizar al gobierno venezolano, por su creciente influencia en las relaciones internacionales y su promoción de un mundo multipolar.

De acuerdo con Vivas, sectores internos y externos se empeñan en desconocer el prestigio logrado por la Revolución Bolivariana, ratificado en la actual gira del mandatario por países del norte de África, el Oriente Medio y Europa.

De igual manera, en otros países del mundo se observó gran concentración de personas a favor del gobierno de Caracas.

En Ecuador, hubo una gran demostración de apoyo a Venezuela y su gobierno y donde se rechazó la campaña internacional de desprestigio contra el jefe de Estado venezolano.

Los manifestantes expresaron que lo que se pretende demostrar es la verdad de lo que ocurre en los pueblos de América Latina y que lamentablemente la oposición manifiesta en contra de una supuesta dictadura en Venezuela, algo que a su juicio los llevará al fracaso.

En tanto, movimientos sociales y políticos argentinps se concentraron frente a la Cooperativa Hotel Bauen en Buenos Aires (capital), bajo el lema "por una América Latina en pie de paz" y contra la instalación de bases militares estadounidenses en territorio colombiano, como parte de una pretendida estrategia de dominación imperial contraria a la unidad latinoamericana.

Los asistentes leyeron un manifiesto en el que advierten que se movilizarán y convocarán a las organizaciones populares de Argentina en defensa propia, "en apoyo al proceso regional que encabezan Chávez, (Rafael, presidente de Ecuador) Correa y Evo (Morales, presidente boliviano), que, además de todas las dificultades para torcer una historia de injusticias, dependencia y desigualdad, está amenazado desde Colombia por tropas, armamento e intereses imperiales".

Las organizaciones populares argentinas, reunidas en esta nutrida y entusiasta concentración que superó con creces la precaria y triste convocatoria a través de Facebook en Buenos Aires que sumó a unas 20 personas, se comprometieron a trabajar ahora más que nunca por la unidad latinoamericana para construir la libertad de la Patria Grande.

En Colombia, estudiantes, intelectuales y profesores universitarios se concentraron en un sector de la capital, Bogotá, para expresar su rechazo a la política guerrerista y de violación a los derechos humanos del gobierno colombiano.

Mientras, un grupo de personas, gritando insultos e improperios contra el dignatario venezolano, convocado a través de redes sociales de Internet, marchó por una céntrica avenida capitalina hasta el centro de la capital colombiana, en contra de la que llaman "injerencia" de Chávez.

Igualmente en varias ciudades colombianas se cumplió con los actos de calle organizados por los sectores de derecha en el marco de una campaña contra el gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, fuerte crítico de las políticas de corte neoliberal emanadas desde la Casa de Nariño.

Los promotores de esta iniciativa, apoyada por sectores burgueses de la sociedad colombiana, dirigieron la movilización puntos permitidos por los gobiernos locales.

El embajador de Venezuela en Colombia, Gustavo Márquez Marín, advirtió que las manifestaciones en contra de su gobierno obedecen a una estrategia geopolítica de los Estados Unidos en contra de la región y de los gobiernos progresistas.

Entretanto en Honduras, simpatizantes del régimen de facto se movilizaron por las principales calles de Tegucigalpa en contra del jefe de Estado venezolano, marcha en la cual también participó el gobernante de facto Roberto Micheletti.


En El Salvador, en cambio, al ritmo de los tambores los manifestantes dieron efusivas muestras de solidaridad con el jefe de Estado venezolano, así como en Nicaragua, donde también hubo apoyo para Venezuela.

En tanto, en Sao Paulo, Brasil, nadie llegó al lugar de la convocatoria de manifestación contraria al presidente Chávez y lo mismo ocurrió en Asunción, la capital paraguaya, y en Montevideo, capital de Uruguay.

Europa dijo SI a Chávez

En Madrid, España, gran cantidad de personas expresaron solidaridad con Chávez en una conferencia contra las bases militares estadounidenses en Colombia, convocada por la Asamblea Bolivariana de España, la plataforma bolivariana de Madrid en el CAUM (Club de Amigos de la UNESCO de Madrid).

En la sede de la Embajada de Holanda, con la participación del diputado venezolano Edgar Lucena, se llevó a cabo un encuentro y diálogo con el movimiento de solidaridad, profesores universitarios, otros sectores de la sociedad holandesa y embajadas de países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Previamente, los grupos se concentraron frente a la embajada y manifestaron su apoyo al Presidente. Hubo una de decenas de personas y la participación de los embajadores de Bolivia, Cuba y Nicaragua.

También en Bruselas, un numeroso grupo de organizaciones sociales y movimientos de solidaridad con la Revolución Bolivariana, se reunieron frente a la embajada venezolana para respaldar al presidente Hugo Chávez, y rechazar categóricamente la ofensiva militar estadounidense contra los pueblos latinoamericanos.

En un contacto telefónico con la estatal venezolana de Televisión (VTV) desde Teherán, Chávez relató sus impresiones acerca de las marchas en su contra, al respecto dijo que "no importa, que marchen contra mí, que ladren los perros, con esto solamente demuestran lo que son: arrastrados, pitiyanquis y peleles subordinados al Imperio; Goriletti (presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti) también dijo que marcharía que lo haga, yo seguiré hacia adelante como el Quijote".

Denunció que detrás de esta supuesta iniciativa civil, en realidad está la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).

"Detrás de eso se sabe que está la CIA y su gran poderío, mucho dinero y recursos tecnológicos del capitalismo occidental", afirmó.

Prensa Latina

Continúa hoy aquí el Foro Las Bases Estadounidenses en Colombia y sus Consecuencias para América Latina, convocado por funcionarios venezolanos de conjunto con organizaciones de solidaridad.

Los diputados de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, Calixto Ortega y Francisco Torrealba, llegaron a México para denunciar las estrategias estadounidenses de aprovisionar bases militares en Colombia.

También las reacciones de la derecha del continente contra el proceso bolivariano es tema de análisis en este evento, inaugurado la víspera en la sede diplomática de Venezuela.

Durante la apertura, Torrealba afirmó que las bases recién instauradas en Colombia, algunas cercanas a la frontera con su nación, son una respuesta militar a las derrotas y al fracaso de las políticas de Estados Unidos en la última década.

El funcionario denunció que bajo el pretexto del combate al narcotráfico, Washington y Bogotá han apuntado cañones hacia los países de la región.

Este viernes, Ortega denunció las maniobras de la derecha latinoamericana que ha abierto una ofensiva contra el proceso bolivariano y en particular contra su presidente, Hugo Chávez.

Advirtió que la iniciativa promovida en diversos países de manifestarse contra el mandatario partió precisamente de grupos reaccionarios colombianos.

En todo el mundo, destacó, frente a la consigna de no Chávez se proclamó una consigan por la Paz, mientras las marchas en contra fueron escasas y sustituidas finalmente por convocatorias a favor de Chávez en más de 50 naciones.